Principales estilos arquitectónicos

La arquitectura es un reflejo de una sociedad, variando de acuerdo con las épocas y las regiones.

Los estilos arquitectónicos sufren cambios graduales a lo largo del tiempo, principalmente debido al hecho que cada cultura les agrega sus propias peculiaridades Por ejemplo: El estilo gótico en los países americanos presenta diferencias en relación al gótico de España, que presenta diferencias con el gótico de Escandinavia y así sucesivamente.

Por otra parte la Arquitectura renacentista es aquella que abarca el periodo artístico europeo durante los siglos XV y XVI, especialmente en Italia. Este estilo se caracteriza principalmente por el deseo de construir edificios perfectos, basándose en cálculos matemáticos para conseguir la armonía. Vuelven a lo clásico, empleando arcos de medio punto y columnas abalaustradas.

Conocemos como arquitectura clásica a la producción de edificaciones por parte del pueblo helenístico durante un periodo comprendido entre los siglos VII a.C y V d.C. Dentro de la arquitectura clásica, los historiadores también abarcan la arquitectura romana, cuyas representaciones más importantes datan del siglo VI a.C.

En la arquitectura clásica griega podemos diferenciar tres estilos arquitectónicos: orden dórico, jónico y corintio. La influencia de estos estilos es evidente en épocas posteriores. Los romanos, haciendo lo que mejor sabían hacer, adquirieron los órdenes clásicos y los transformaron. Además, añadieron dos más: el orden toscano y el compuesto.

El estilo Románico. Se generó en Europa durante los siglos VI y XI en este estilo se refleja mucho su contexto histórico ya que las paredes son construidas para ser resistentes debido a que los países europeos estaban en constante conflicto entre sí.

En relación al origen del minimalismo, no existe un consenso. El estilo es visto como una confluencia de otros elementos, como la cultura japonesa y la escandinava, y presenta influencias del constructivismo ruso.

En la arquitectura, el minimalismo también privilegia la noción de “menos es más”. Los adornos están ausentes y los proyectos son realizados a partir de rectas y formas geométricas. La ausencia de elementos rebuscados hace que los ambientes sean más abiertos y espaciosos, lo que puede ser resaltado por una decoración igualmente minimalista, con pocos muebles y uso de colores similares.

Ambientes como SPAs y jardines son óptimas oportunidades para poner en práctica el minimalismo. Para quien también quiere darse al desafío de hacer algo extraordinario con poco, un proyecto minimalista es la oportunidad correcta para brillar.

Por último nos gustaría hablar de arquitectura contemporánea la cual es, aquella que se desarrolla en nuestros días, es decir, la arquitectura actual. La arquitectura contemporánea se nutre especialmente de la arquitectura moderna en sus principios arquitectónicos haciendo cambios sustanciales en la forma, materiales y utilización del espacio. A este período lo caracteriza la búsqueda constante de la innovación en cada una de sus etapas, especialmente en la constructiva y tecnológica